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“Se concluye un programa de mejora con el que se establecen unas líneas homogéneas de escanda asturiana bien caracterizadas y diferenciables morfológicamente”, explicó hoy Juan José Ferreira, responsable del equipo de Genética Vegetal, en “La Jornada de la Escanda” celebradas en el SERIDA, donde se han presentado las nuevas variedades a los productores. En ella, han estado presentes el consejero de Ciencia Borja Sánchez, la directora general de Desarrollo Rural Begoña López y la directora gerente del SERIDA, Mamen Oliván.

 Tal y como ha explicado el investigador Juan José Ferreira, la escanda es un cultivo tradicional fuertemente arraigado en la cultura rural asturiana. Su harina se destinaba, principalmente, a producir pan, aunque también se empleaba en otras elaboraciones, incluida la repostería tradicional. Es un tipo de trigo vestido, muy adaptado a condiciones de cultivo extremas, que presenta con una espiga larga, laxa y raquis frágil. Su cultivo decayó significativamente en la segunda mitad del siglo XX hasta prácticamente desaparecer a finales del pasado siglo. Sin embargo, a partir de los años 2000 empezaron a surgir iniciativas privadas y públicas para su recuperación, aprovechamiento y valorización.

Paralelamente, para acompañar a estas iniciativas, el equipo de Genética Vegetal empezó a trabajar con la Asociación Asturiana de Productores de Escanda (ASAPES), que se fundó en el año 2002, en el desarrollo de un programa de selección a partir de poblaciones locales, para contribuir así a la recuperación del cultivo local.

El investigador Juan José Ferreira durante su ponencia.

En el Banco de Semillas del SERIDA reúne y conserva 89 entradas de este cultivo. Este material fue caracterizado en campo, y se seleccionaron las plantas más destacadas. A continuación, se realizaron cuatro generaciones selección y multiplicación hasta conseguir líneas homogéneas. Después, se estudiaron las características morfológicas, agronómicas y de calidad harino-panadera durante dos años en dos localidades, para, finalmente obtener tres nuevas variedades “diferentes a las previamente descritas, homogéneas y estables”, que fueron admitidas en el registro de variedades comerciales con la categoría de “variedades de conservación”; ya que es un material genético local adaptado a las condiciones regionales y amenazada por la erosión genética.

La Jornada, a la que asistieron miembros de ASAPES y “D’Escanda”, así como de asociaciones de panaderos y confiteros, constó de tres partes. Primero se mostraron a los productores las nuevas variedades de escanda que están plantadas en el SERIDA de Villaviciosa, conducidos por la investigadora de Genética Vegetal Ana Campa. A continuación, se dieron dos ponencias: una impartida por el Dr. Juan José Ferreira sobre las características morfológicas, agronómicas y de calidad harino-panadera, así como sobre el desarrollo del proyecto, y otra sobre las opciones y posibilidades de creación de una marca de calidad diferenciada para este producto, impartida por los técnicos de la Consejería de Medio Rural Ignacio Fernández y Trinidad Álvarez.

En esta segunda charla, se realizó una breve descripción de la calidad diferenciada, se explicaron las diferentes figuras existentes con ventajas e inconvenientes y se habló del proceso de tramitación y de las implicaciones para los productores. Y eso dio pie a un debate entre las diferentes visiones de los productores de escanda. Finalmente, se procedió a una degustación de productos elaborados a partir de la harina de este tipo de trigo. En la organización de la Jornada también colaboró el técnico del SERIDA Guillermo García, así como en gran parte del trabajo elaborado con este cultivo.

Las nuevas variedades están siendo conservadas en el Banco de Semillas del SERIDA y, en los próximos años se planea realizar ensayos demostrativos con los productores para que hagan una valoración. Las tres variedades se pueden distinguir a simple vista por las diferentes tonalidades de coloración en su maduración. La “Blanquina es una planta alta, de porte semierecto y con elevada capacidad para el ahijado. Su harina es blanca, tiene una fuerza de panificación baja. y su coloración es blanca en la maduración La “Azul” tiene similares características, pero su espiga se torna azulada en la maduración. La “Roxa”, sin embargo, además de adquirir un color pardo en la espiga durante la maduración, genera harina con fuerza de panificación moderada.

Este estudio ha sido posible gracias a la colaboración de Caja Rural de Asturias y a la Asociación Asturiana de Productores de Escanda, así como a varios proyectos de investigación, uno de ellos financiado por el Gobierno del Principado a través de la FICYT, y el proyecto, actualmente en curso, Agroalnext, que está impulsado por el Ministerio de Ciencia e Innovación, con los fondos Next Generation de la Unión Europea.