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Nuevo estudio del SERIDA
La grasa de la judía, una enfermedad emergente en Asturias
El SERIDA recomienda a los productores asturianos de judías utilizar semillas libres de la enfermedad de la “grasa” y extremar las medidas preventivas como limpiar los aperos, controlar las malas hierbas en el campo y eliminar los restos de la cosecha.
[SERIDA, 12 de mayo de 2010]
La Dra. Ana González, investigadora responsable del Programa de Patología Vegetal del SERIDA, es la autora de un trabajo en el que describe los principales síntomas de la enfermedad de la grasa de la judía y ofrece a los productores algunas recomendaciones para combatirla.
La grasa de la judía es una enfermedad producida por la bacteria Pseudomonas syringae patovar phaseolicola que se reconoce fácilmente en las vainas por producir manchas de aspecto aceitoso.
La grasa se transmite principalmente a través de la semilla por lo que González recomienda a los agricultores utilizar semilla saneada; libre de la enfermedad.
Según González, “la mejor arma para controlar la enfermedad de la grasa es la prevención puesto que los tratamientos con los productos fitosanitarios existentes no son muy eficaces”. En su opinión, los puntos clave para frenar la enfermedad son “semilla de siembra saneada, eliminar los restos de la cosecha, mantener limpias las herramientas y los aperos, y controlar las malas hierbas”.
González también revela en el estudio que en el SERIDA se están buscando huéspedes alternativos para la enfermedad como son algunas malas hierbas que frecuentemente acompañan a la judía en las que ya se ha detectado la presencia de la bacteria de la grasa. Este hecho puede tener una gran repercusión epidemiológica pues, en su opinión, “permitiría explicar los fracasos que se producen algunas veces en el control de la enfermedad, cuando se cambia de semilla pero no de parcela de siembra”